PINOT NOIR
   
         
   
La Pinot Noir es una variedad de uva tinta (Vitis vinifera), considerada una de las más internacionales y elegantes. El nombre también puede hacer referencia al vino creado a partir de la cepa de uva Pinot Noir.
El nombre de esta uva deriva de las palabras francesas para "pino" y "negro" respectivamente, dado que el racimo que crece de esta cepa tiene la forma de un cono de pino y su tono negro violáceo que le da color característico. Las uvas Pinot Noir crecen en todo el mundo, especialmente en las regiones frías, pero es común asociarlas con la región de Borgoña en Francia, por ser cuna de los mejores vinos que utilizan este tipo de uvas. Aparece por primera vez en la lengua escrita en 1347, en alusión a su racimo compacto en forma de piña (pin en francés). La cepa podría haber sido cultivada ya por los galos antes de la invasión romana y es posible que descienda de algunas de las primeras variedades salvajes seleccionadas por el hombre.
Se hace con esta vid un vino muy fino. Se caracteriza por su estructura taninosa baja, de cuerpo medio despertando sensaciones refinadas y sutiles en boca. Pinot Noir produce un vino extremadamente suave, fresco y frutado, de un muy buen bouquet, con una acidez que lo hace bastante vivo y persistente al paladar, sin ser agresivo.
En nariz, los tintos de Pinot Noir pueden alcanzar la excelencia aromática (cereza, cassis, fresa, frambuesa, violeta, cuero, regaliz que evolucionan a un delicado aroma con el envejecimiento) y admiten una buena crianza. Los aromas característicos de este vino son a frutas rojas y negras como cereza, moras, frambuesa, ciruela, entre los más destacados. Los aromas primarios están determinados por las grosellas negras, las trufas. También se destacan notas florales como por ejemplo rosas marchitas.
A la vista, es un vino que tiene una luminosidad especial, recuerda a un rojo teja más opaco que brillante, al contrario de los vinos franceses de Pinot Noir que se caracterizan por tener un brillo bastante más luminoso. Su color varía según su edad: de un rojo, rubí o violeta cuando es joven, a un anaranjado ocre, después de 8 a 10 años de guarda, manteniendo una capa media.
En boca suele ser vino ligero, pero estructurado, si se vinifica al viejo estilo Borgoñes, puede necesitar de años de añejamiento, para suavizar los taninos aportados por los escobajos.

Nuestros Comentarios:
Un tinte que se deja beber y que gusta mucho, muy fino.

   
               
       
               

© 2001 - 2017 - Todos los derechos reservados.